Aqui te muestro una parte de mi proyecto, mi mundo.
Un gran sueño de mi vida, un gigante paso el mostrartelo.
Mi libro.
LA HUIDA DE LA VENGANZA
Introduje la
llave en la pesada puerta de madera y escuche el chasquido de esta al abrirse,
el olor a madera y vainilla me abofeteo, era el olor a Noah. Una música
desgarradora naufragaba por toda la casa, la reconocí enseguida
(Creep-Radiohead).
La casa estaba decorada de una manera cálida, con
madera por todas partes, la chimenea siempre encendida, la temperatura perfecta
y el sonido del agua la hacia de lo mas feng shui posible, un momento…¿el
sonido del agua?
La canción dejo de sonar y fue sustituida por una voz ronca
como el croar de una rana
-Eres como un ángel, tu piel me hace llorar,
flotas como una pluma en un mundo hermoso, desearía ser especial, tu eres tan
perfecta… y yo soy la mano derecha de Satanás, mi precioso ángel-
Era Noah quien cantaba, las ultimas frases
diferentes a la letra original.
Sobrecogida,
helada, mis pies soldados al suelo, mi cuerpo todo plomo, no podía moverme,
hipnotizada por su voz, por la letra, la manera en la que la cantaba era tan
desgarradora.
El rodar de
una botella de cristal me despertó del trance y le llame- ¿Noah?-
Mi voz no sonó
tan firme y segura como pretendía. Silencio. Volví a llamarle y esta vez si que
me contesto;
-Estoy en la piscina- Y de nuevo ese croar,
como si no hubiese dicho ni una sola palabra en años, con un deje aburrido en
su voz.
Me dirigí hacia la piscina cubierta, cada paso mío retumbaba
fuertemente en el suelo, hacia ritmo con el fuerte latir de mi corazón y el
ensordecedor enjambre de abejas que tenia en los oídos, todo aquello
desapareció en un parpadeo, con tan solo su imagen.
¿Habéis visto alguna vez a
un ángel en remojo?
El agua de la piscina abrazaba sus omoplatos, el resto de
su cuerpo se hundía en ella, se había metido a la piscina con los vaqueros, sus
brazos apoyados en el borde de la piscina, uno de ellos sujetaba con firmeza un
vaso ancho de whisky y el otro descansaba cerca de la botella que estaba
volcada.
No se volvió a mirarme, el tintineo de los cubitos en el vaso me
sobresalto y me dirigí hacia él con la agenda en la mano.
Una gota de agua se
balanceaba en un mechón de su pelo, cayo con tan suavidad que era envidiosa,
deslizándose pausadamente por su cuello, por el hombro y bajo hasta abrazarse
de nuevo a el, embelesada como siempre que estaba cerca de Noah tropecé con
algo, al mirar, vi que era su móvil hecho trizas, ahora entendía por que estaba
apagado durante toda la tarde.
Me puse
delante suya, ni siquiera levanto la cabeza para mirarme, una prueba mas de su
aprecio hacia mi, de nuevo la risa del tintineo de los cubitos, volvió a
pegar otro trago , y visto que ninguno de los dos decíamos nada, despego la
mano del vaso de whisky y levantándolo me indico con la mano que hablase,
irritada fui al grano.
-LA HUIDA DE LA VENGANZA- por Verónica DG